29.12.05

Tras varias relaciones, todas muy seguidas, absolutamente nefastas por no decir demenciales (por supuesto siempre por culpa del de enfrente), he pasado por el típico proceso de reacción natural: la hibernación.
Yo, que soy una defensora acérrima de la hibernación por varias razones:
- es fácil
- es limpia
- es barata
me dejo convencer por mis amigos y allegados de que es el momento de pasar a una nueva etapa, de salir de la cueva, con lo bien que se está en ella. Así que hago un esfuerzo y decido fijarme en algún ejemplar, el primero que pillo. Porque tras un periodo de hibernación, lo mejor es dejarse llevar. No analizar. Si analizas, siempre encontrarás que se está mejor en la cueva.
Así que no me fijo mucho, porque si me fijo es siempre para sacar defectos. Me dejo llevar. Y en seguida el susodicho animal de sexo contrario se muestra receptivo. Así que me pongo nerviosa y me largo. Y a continuación le idealizo. Me paso un par de semanas de vuelta en la cueva, convirtiéndolo mentalmente en el especímen perfecto. Hasta que me tomo unas cañas con unos amigos, me entra la prisa, y termino pidiendo su teléfono. Le llamo. No contesta. Salta el contestador y me pongo nerviosa. Cuelgo. Pienso lo de siempre: "soy idiota". Y como lo soy de verdad, vuelvo a llamar. Y le digo a su contestador quién soy, me invento para qué llamo, y cuelgo pensando "bueno, a lo mejor ahora me llama". Y caigo en que no he dejado mi número. Así que otra vez: "soy idiota". Y a los pocos segundos pienso que a lo mejor no tanto. Porque ahora tendrá él que pedir mi teléfono. Y entonces pienso: "Y si me llama, ¿qué le digo?" Bueno, cualquier cosa. Y al cabo de pocos minutos, la ilusión de que me llame se convierte en un "joder, que no me llame ahora". Y empiezo con el repaso. Rebobino mentalmente y me doy cuenta de que todo esto es producto del mero aburrimiento. Apago el teléfono. Y me meto en la cama pensando que qué más da, pero que no ha estado mal haber vuelto a los quince años durante un rato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario