28.6.07

Mi hermano luis ha hecho este pedazo de curro. Es un vídeo para el grupo Mano de Santo.




Se merece un aplauso. O varios. Desde luego, más de dos.

2.6.07

Ayer flipé.

No sé si alguien leyó sobre unas charlas llamadas "Los diálogos de El País", que se estrenaban en la Feria del Libro de Madrid. Intervinieron Roberto Santiago, Daniel Sánchez Arévalo, Ray Loriga y Agustín Díaz Yanes, y el tema era, según la edición de ese periódico de ayer, analizar por qué el escritor se pasa al cine. Vamos, que era una excusa para dejar hablar a Ray Loriga. Hasta aquí la introducción al tema.

La conclusión a la que llegaron estos señores, y no la estoy manipulando, sino que no encuentro la información subida en la red, pero la puedo demostrar, es la siguiente:

"El hombre tiene dos buenas ideas, como mucho, a lo largo de toda su vida." Por ello, Ray Loriga se ha pasado al cine.

Y yo digo:

¿Cuáles han sido las dos buenas ideas de Ray Loriga?
¿Es entonces el cine el basurero de todos los artistas que han superado sus dos grandes ideas?
¿Dickens sólo tuvo dos grandes ideas? ¿Y Nabokov? ¿Y Stephan Zweig? ¿Y Kafka? ¿Y Tolstoi?
¿Picasso? ¿Kandinski? ¿Sigo?

Propongo dos grandes ideas para Ray Loriga:
1. Comprarse "Just for men"
2. Tener una o dos grandes ideas

1.6.07

Aflora la Shere Hite que desgraciadamente llevo dentro

Ensayo sobre cómo el hombre es el instrumento de la mujer que más atraso supone frente a la evolución.

Ejemplo nº 1:

El bricolage: Y no hace falta profundizar demasiado en este campo como para comprobar que, aunque todos los hombres, desde hace siglos, dedican parte de su vida a esta actividad, ninguno ha pensado demasiado en cómo hacer las cosas más sencillas. O sea, lo habitual.

Vayamos a lo básico: Clavar un clavo.

¿Cómo se clava un clavo? Con un martillo que, ideologías a parte, pesa y tiene una fisonomía mucho más absurda y peligrosa que un zapato de tacón, y una alcayata que siempre resulta demasiado grande y además destroza la pared.

Y entonces, llegó la mujer. Y con ella, las costillas, la ropa interior de encaje, y la evolución. Que en este caso sería la decoración: clavos ligeros con una base de plástico que evita que te cargues un dedo y la pared, y el vibrador o el zapato de tacón.

Y mira que yo no soy feminista, pero hay inventos como el tampax y pensar de vez en cuando, que me obligan a aceptar que soy mujer y que, por ello, me siento limpia, me siento bien.