13.6.11




Ya he vuelto. A una ciudad mucho más calurosa que la que dejé.  Allí me enganché a este libro. Tiene muchos fallos, pero muy buenas historias también. En el New York Times no lo ponen muy allá, pero a mí me da igual. 


Anoche pasé por Sol y me dio muchísima pena ver la plaza sin todos aquellos carteles. Regreso a la fealdad. Fealdad. Qué palabra tan fea. Cómo no. 


Mi perra se mueve menos que antes. Supongo que por el calor. Y por todo lo que ha corrido esta mañana en el parque. Es capaz de ir detrás de la pelota donde sea, un millón de veces si hace falta. Es como una misión del señor. 


Esta noche he quedado con mi futuro ex. 

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