Acabo de sentarme en una terraza de la plaza de Ramales con mi perra. Observaba al camarero, un marroquí que es amigo mío, regar la terraza, cuando de pronto se le acerca un gordo que estaba sentado en la terraza de al lado con Barranco, y el gordo le dice al camarero:
- Perdone, pero es que está usted regando mucho y está a punto de mojar a este señor, que es ex alcalde de Madrid.
- Pero si están ustedes sentados a cinco metros, no llega tan lejos mi regadera...
- Ya, pero insisto. Es que este señor ha sido alcalde de esta ciudad y se merece un poco de respeto.
Y claro, no lo he podido evitar, ya que estaba a medio metro de distancia del camarero y su regadera, y me he metido:
- Perdone, pero es que a lo mejor ha llegado la hora de que se moje el señor ex alcalde.
Y el gordo se ha ido indignado a sentarse en su mesa con su alcalde, a cuatro metros de distancia.